Primeros auxilios psicológicos

La situación del coronavirus, que cambia considerablemente nuestra rutina y es potencialmente peligrosa, puede ser muy estresante y difícil de sobrellevar. Los primeros auxilios psicológicos buscan facilitar la adaptación a una situación nueva, brindar apoyo emocional inmediato y prevenir el desarrollo de psicopatología.

Podría pasar que durante las próximas semanas se encuentre con gente especialmente sobrepasada por la situación del coronavirus, en cuyo caso usted puede ser de gran ayuda para calmar a esa persona. Le explicaremos en 5 sencillos pasos una manera de focalizar esa ayuda. Es importante tener presente que estos pasos son una invitación, no una obligación para la persona afectada, así como también considerar que es posible saltarse pasos o cambiar su orden, si la situación así lo requiere.

A.- Escucha activa: este paso puede tomar entre 10 a 20 minutos. Saber comunicarse con una persona angustiada, ansiosa o alterada es fundamental. En este estado, la persona puede querer o no contarle su historia. Escuchar ese testimonio puede ser de gran ayuda para calmar a la persona afectada, por lo cual es esencial dar espacio para que ella cuente de manera espontánea lo que le está ocurriendo, pero sin presionarla. Para otras personas guardar silencio será preferible: permanecer a su lado, en silencio, puede ser de gran ayuda. Lo central de la escucha activa es ser capaz de transmitirle a la otra persona que allí hay un ser humano que está comprendiendo lo que le pasa.

B.- Reentrenamiento de la ventilación: Algunas personas que han vivido una crisis pueden mostrarse ansiosas o alteradas, sintiendo confusión o encontrándose sobrepasadas, observándose temblorosas, teniendo dificultades para respirar o sintiendo su corazón muy agitado. En este paso, que toma alrededor de 10 minutos, explique que la forma como respiramos influye en nuestras emociones, y que es por eso que en el yoga y la meditación se trabaja con la respiración. Ofrezca a la persona realizar un simple ejercicio de respiración, consistente en inspirar, exhalar y luego esperar un momento con los pulmones vacíos hasta volver a inspirar. Lo más importante es la pausa luego de vaciar los pulmones. Cuando botamos el aire nos relajamos más que cuando inspiramos.

C.- Categorización de necesidades: Es común en estas situaciones que se produzca confusión mental y las personas tengan dificultades para ordenar los diferentes pasos que deben seguir para solucionar sus problemas. Usted puede ayudar mucho a la persona acompañándola en el proceso de jerarquización de sus necesidades, para luego ayudarla a contactar los servicios de salud y seguridad social que podrán serle de ayuda.

D.- Redes de apoyo: Una vez identificadas las necesidades, ayude a la persona a contactar a las personas y/o servicios de apoyo que podrán ayudarle a satisfacer dichas necesidades. Recuerde que siempre la primera red de apoyo es la familia y los amigos

E.- Psicoeducación: Es importante que usted normalice aquellas reacciones emocionales son normales en situaciones de crisis, como la irritación, dificultad para pensar, insomnio, angustia, entre otras. Enfatícele que lo más probable es que el malestar que siente se vaya pasando sin necesidad de ayuda en algunas semanas.

Finalmente, es importante señalar que si en cualquier momento de la intervención, el afectado evidencia agresividad hacia sí mismo o terceros, ideación suicida, descontrol de sus movimientos corporales o alguna otra manifestación que sobrepasa sus capacidades, será necesario pedir contactar ayuda profesional a la brevedad.

Fuente: “Manual ABCDE para la aplicación de primeros auxilios psicológicos en crisis individuales y colectivas”. Pontificia Universidad Católica de Chile, Escuela de Medicina, Departamento de psiquiatría. Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (CIGIDEN).

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